Este año no he pedido nada a los Reyes porque necesito pedirte algo a ti, a tus 365 días.
Se trata del mundo, de este planeta, cada vez está peor y parece que nosotros que habitamos en él no queremos darnos cuenta, los polos cada vez lloran más y las consecuencias prefiero no decirlas porque entonces llorarías tú y te necesito bien atento para lo que tengo que decirte.
Necesito que me eches una mano, la gente buena paga los errores de los que no lo son y vivimos gobernados por políticos que deberían plantearse el tipo de personas que son, cuando roban semejante cantidad de dinero a los quienes no tenemos nada.
Casi no hay trabajo. Y mi país, en concreto, está siendo víctima de la mayor inmigración de jóvenes cualificados por no sentirse valorados en su propia tierra.
Te escribo esto sabiendo que dentro de poco, yo también tendré que dejar mi hogar y acabar en un lugar completamente desconocido, pero por mi no te preocupes, yo estoy bien, pero no muchas de las personas que me rodean.
He visto con mis propios ojos como desahuciaban a un amigo y su familia de su propia casa mientras en televisión la alcaldesa de Madrid se iba a la peluquería con tres coches oficiales, cuatro guardaespaldas y dos ayudantes, y se que no es un caso aislado.
Hay millones de personas que no han tenido ni un solo regalo estas navidades porque ni si quiera tenían para comer, y yo no sé qué puedo hacer.
Necesito que me ayudes tú, por favor.
Por favor, haz que las personas dejen de lado el egoísmo propio del ser humano y diles que una sonrisa es de las pocas cosas que no cuestan dinero en este mundo.
A veces, una simple mueca de un desconocido por la calle es capaz de salvarle el día entero a quién la recibe. Y ya no veo ese tipo de cosas cuando paseo por la Gran Vía. La gente está perdiendo la esperanza y eso es lo peor que podía pasar.
Ojalá fuésemos todos víctimas de esa cadena de favores en donde una persona ayuda a tres, y esas tres a nueve y así sucesivamente. Aunque sólo fuera ayudando a un invidente a moverse por el metro. El otro día le regalé unos guantes a un señor que dormía en la calle y el 'gracias' que me devolvió con la mirada, me llenó el corazón para lo que me queda de vida.
Ya sé que te estoy pidiendo mucho, que acabas de nacer y a penas te has hecho con el calendario, pero intenta concienciar a las personas.
Dales un abrazo enorme, de esos calentitos, a los que no tienen cómo calentarse éste invierno.
Todos tenemos dentro un súper héroe.
Lo sé porque he visto a una niña saltar en un charco, y su padre en lugar de castigarla, saltó a su lado.
Necesitamos más personas buenas en el mundo, espero que puedas hacer algo.
Atentamente: Alguien con un poquito de esperanza.