Solo lee y sonríe.

¿Qué harías si no tuvieras miedo?

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezcan ,los miedos son tan personales y tan diferentes como pueden serlo todas las familias del mundo.
Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño, miedo con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades, miedo a quedarnos atrás, miedo a no ser lo que soñamos, a no dar la talla, miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia,  el miedo a ser culpables de los que les pasa a los demás, y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido, como el miedo a la muerte, a que alguien a que queremos desaparezca. Hoy he escuchado en la tele que 'la felicidad es la ausencia del miedo' y entonces, me he dado cuenta de que, últimamente, yo ya no tengo miedo.
¿Que qué haría?¿está claro, no? Me armaría de valor y te diría que hubiese roto con todo lo que nos impedía permanecer juntos: con la distancia, la lluvia, las malas rachas, los celos...Te diría que ni un solo día he dejado de quererte, que ni un solo día he dejado de pensar en ti, que siempre has estado conmigo. Que me moría con tus 'buenas noches pequeña' y revivía con tus 'buenos días princesa.' Que odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado, pero sobre todo, que odio no poder odiar(te), porque no te odio ni siquiera un poco, nada en absoluto. 

Donde nunca y sin ti.

(Lo único que me jode es que ni un solo día hayas estado tan seguro como yo de lo que valía la pena.)
-Hola, ¿qué haces aquí? Dime que te has equivocado en la ruta, por favor.
+Pues no.
-Antes de que me fuera, me dijiste una cosa.
+Bueno, da igual lo que dije.
-No, no da igual. Dijiste que era una lástima que yo no estuviera tan segura de todo lo que me querías.
+¿Y qué?
-Que cómo podías estar tan seguro, cómo lo sabías.
+Porque soñaba contigo.
-¿Solo por eso?
+¿Solo? Mira, cada noche me dormía y me soñaba contigo, y todas las mañanas me acordaba de los sueños. Y yo no sé como la gente sabe que está enamorada, pero yo lo sé porque cada día sueño con la misma persona.
-Yo también soñaba contigo.
+ Tu no sabes ni con quien sueñas, anda. Y eso es lo que es una pena, ¿sabes? Porque el euromillón a tu lado es calderilla y cuando te sentía ahí atrás en el asiento de mi moto, hubiese reventado todos los índices de la felicidad.
-¿Sigues soñando conmigo?
+Pues no lo sé, ya no me acuerdo de lo que sueño.

Y antes de fumarnos el cigarro de la paz, ya nos hemos declarado la guerra y ya no sé si es en la cama, pero mis manos siempre acaban en tu espalda.Te prometo que he deseado con todas mis fuerzas odiarte con rabia, entre lágrimas, aún sabiendo que es imposible llegar a los extremos del odio, teniendo en cuenta que sigo queriendo tirarme el resto de mi vida tan solo escuchando tu voz o tu respiración en mi nuca, oyendo tu risa que supera cualquier canción con piano (y mira que creía que no había sonido más bonito que ese.) Que abrazarte era la mejor manera de matar al frío y al 'no me fío ya de ti'. El cariño hace el roce, y el roce la (her)ida y te juro que una vez aprendí que a veces quedarse también es de cobardes. Pero ya lo he olvidado. Y tu estás en proceso de (des)aparecer. Imagino que el camino de vuelta te lo hacen los recuerdos, porque de poco te sirven las sobras de un corazón que tú ya no usas. Como aquel que fuma por vicio, yo sigo aquí por ti, sin razones ni motivos.