Solo lee y sonríe.

Contigo, pero no tuya.

Aquí tienes todo lo que me diste, puedes quedártelo.
Empieza por tu recuerdo que es lo que más duele,
puedes quedarte todas las veces que no confiaste en mi.
Todos tus celos, tus historias sin sentido y tus estúpidas cadenas.
Devuélveme mi libertad y todo lo que perdí por estar a tu lado.
Devuélveme todos los momentos que no pude vivir por tus enfados,
tus tonterías.
Devuélveme el orgullo que perdí cada vez que te pedí perdón,
aun sin tener la culpa.
Por todas las veces que te dije lo siento,
cuando ni siquiera tenías razón.
Al final dejé de ser yo por querer ser nosotros,
pero no se puede amar con miedo,
con condiciones,
y sobre todo,
no se puede amar con cadenas.
Te lo dije, mi vida es mía,
hago lo que quiero y cuando quiero.
Y si no hago algo es porque no quiero,
no porque alguien tenga el poder de prohibírmelo.
¿Entiendes la diferencia?
No necesito que me digas que no te falle,
soy mayorcita ya para saber que si la cago te pierdo,
y no quería eso, pero te empeñaste en desconfiar,
en prohibir, en hacer todo siempre al revés.
Y así no se puede.
Entiendo que en el pasado te han jodido,
que confiaste y te fallaron.
Pero los dos veníamos con el corazón roto y,
aun así yo decidí confiar aun sabiendo que podría
volver a pasarlo mal.
Pero tu no,
decidiste enterrarte en tu mundo,
en tus celos, en el miedo a perderme,
y me perdiste por eso,
por intentar que nos unieran cadenas.
Yo siempre he sido de que nos unan sentimientos,
que te prometo que son mucho más fuertes
que tus estúpidos lazos.
Debiste entender que amar para mí,
es ser libre,
y aun así querer ir a dormir a la misma cama
todas las noches.
Pero decidiste amar con normas,
con condiciones, y no,
no quiero ser presa de una promesa.
No quiero estar encerrada.
Que yo no te quiero para mí,
que te quiero conmigo.
Que me quiero libre,
y te quiero libre conmigo.
Quiero que tengas el poder de decidir
con quien quieres estar en cada momento.
Quiero salir un sábado por la noche
sin que la consecuencia sea una discusión.
Quiero que seamos independientes,
pero tengamos la necesidad de estar juntos,
no la obligación.
Quiero volver a ser mía,
volver a ser libre.
Volver a volar alto,
y si quieres me acompañas,
pero no me pidas que me quede en tierra
porque tu tengas miedo a las alturas.
Si quieres te doy la mano y vuelas conmigo.
Pero nunca vuelvas a intentar
cortarme las alas.
Nunca.

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