Solo lee y sonríe.

Estaba tan rota, que le llamaban Ruina.

Estaba tan rota que le llamaban ruina.
Tenía esa forma especial de dejarse llevar
por el viento, con el vuelo de su falda,
y colarse en los pulmones de alguien,
para dejarle
sin respiración.
Pasaba desapercibida para todos aquellos
que no creían en la magia.
Peor aunque no lo sabia,
era la chica a la que todo el mundo
querría hacerle feliz.
Como no tenia a nadie que
le vaciara la luna en la copa,
cuando el vino se acababa,
tapaba sus heridas y nunca se las curaban.
Creía que la única forma
de no tener cicatrices,
era conseguir que todas esas heridas
se mantuvieran abiertas.
Asique por las noches,
se autodestruía en su cabeza
pensando que nunca sería lo suficientemente buena,
como para bailar al son de alguien,
sin pisarle los pies,
si no era la tristeza.
Escribia,
o mejor dicho,
saltaba a todos los precipicios
construidos en papel.
Lo que para el resto era un vacío,
para ella era un hogar.
Tenía los ojos del color del frio
y la misma mirada que la soledad que le acompañaba
y del corazón le latía una melodia
que nunca nadie habia sabido descifrar.
Sufria por todos
y no lloraba por nadie en especial
sino como puede hacerlo una nube,
en mitad de una tormenta.
Suspiraba,
como puede hacerlo el viento cansado ya de respirar
pero ante todo,
se movia inquieta con los nervios a flor de piel
como si se le hubiese colado dentro la primavera.
Como si le estuviesen saliendo las alas,
y ella,
solo desease echar a volar.
A la hora de actuar,
tenia valores y razones
que nadie entendería jamás.
contaba las estrellas y,
cuando se perdía,
lo volvía a intentar.
Como si estuviese segura de poder recoger todas,
en un tarro de cristal.
Y esque, lo que mejor se le daba,
era soñar.

En verso y con mucho tacto.

Y ojalá te cumplas, como cuando pedí cerrando los ojos que se quedara a mi lado.
Él y yo fuimos aquellos que nunca volveré a encontrar, pero no todo es sobre él,
si no sobre lo que él hizo en mi. Es (supongo) que otro cuento chino sobre cómo forzar
la mente para no pensar en nada aun sabiendo que siempre habrás mil cosas en las cuales pensar
y decir que ni siquiera merecen la pena ser escuchadas, porque jamás fueron, son, ni serán comprendidas. Pero aquí no llega nuestro final porque estamos destinados a ser escritos en verso y con mucho tacto.
Y lo que se escribe no se olvida. Y ojalá todas las veces que se paró a pensar en otras supiese que yo sólo estaba pensando en él. Y también supiese que aunque la vida es breve, no me importaría gastar cada segundo en invertirlo acariciándole la espalda suave, como si fuese la última vez. Y la injusticia es esa, no saber cuándo es la última vez, ni el último te quiero, pero sólo son palabras que caen en sacos rotos, tan rotos como nosotros. Y ya sabes como soy, que siempre me adelanto a los acontecimientos, pero sólo es pensar en cómo nos hemos perdido y ya te empiezo a echar de menos. Pero esta vez no puedo evitarlo porque vivimos siempre al revés, con el mundo boca abajo, y este nudo en garganta no se va por mucho que me digas que las cosas con esfuerzo pueden salir bien. Porque estamos destinado a esto, a mierda y cuchara.
Y aunque no quiera verlo, no quiera admitirlo, y haga oídos sordos a un ciego que no quiere ver,
sé que se acabó, que esos momentos de ver quién era el más listo, esos besos después de comer
algo dulce, esas pelis de miedo agarrándome a ti fuertemente.. Porque sólo contigo me sentía protegida,
sólo entre tus brazos, sentía una sensación dentro de mi inexplicable. Y fue ahí, justo en ese momento, mirándote a los ojos donde sentí lo que toda película de amor describe, que justo en ese instante se podría haber acabado el mundo, que para mí el tiempo se paró, para mí solo existíamos tú y yo. ¿Y hoy qué queda? ¿Eh? Dime. Tantas ilusiones rotas, tantos  recuerdos que hoy me desgarran el alma. ¿Y qué
cojones hago yo ahora? Si jodidamente todo me recuerda a ti, a tu olor, a tu sonrisa, a tu 'yo'
arrogante que sacaba lo mejor de mi, a tus abrazos.. Y esa es la putada de dejar que fueras mi todo,
que te fuiste y no queda nada. Nada de mí, estoy totalmente rota, vacía.. Ciertamente te digo que
me di cuenta, no quiero otros besos que no vengan de tus labios, ni otro chico que encienda ese
cosquilleo en lo más profundo de mi ser. No quiero a otro que no seas tú.
Maldita la memoria que me recuerda todos los días que dependemos de un pasado que
cuelga de un hilo. Me he tirado toda la vida intentando olvidar y no avanzo. Y qué puta y cruel es
la vida que nos hace enamorarnos locamente de quien más daño nos hace. He vivido muchas muertes
en una vida muy corta y no paro de acercarme siempre al mismo precipicio (tu sonrisa). Recuerdo
la última vez que todo terminó. Mi cuerpo temblaba y no de frío. Me atrevía a decir que por ti
merecía estar triste toda mi vida si después pasaba unos minutos de alegría contigo. Será que todo
lo que sé de amar, no me lo enseñaste tú, pero lo aprendí contigo.
Aún pasa el tiempo y necesito saber de ti, mirar tu última conexión, tu twitter.. Y duele tío,
duele ver que ese 'en línea' ya no es por mi joder. Duele pensar que puedes estar hablando
con otras, pero, ¿sabes qué es lo que mas duele? Buscar miles de formas de olvidarte y que
hasta en el alcohol lea tu nombre, que hasta soltar ese humo blanco que acaricia mis pulmones
me recuerde a ti.. Duele saber que nunca más se parará el tiempo como sólo tú sabías pararlo..
Y sí, llámame estúpida, pero aún después de todo me la jugaría de nuevo por ti, porque después
de todo, siguen siendo tus besos los que me hacen vibrar, después de tanto sigo así, aquí, sola,
intentándote olvidar, quizás no de la mejor forma, y por eso no lo consigo y aquí sigo
escribiéndote versos que jamás leerás.

Mil formas de querer(te).

He soñado con tu pelo, con tus formas, con tu risa.
He soñado con tu piel, con tus defectos, con tus manías.
He soñado con tenerte en pasado, en futuro y en mi cama.
He soñado con besarte de lado, de rodillas y de espaldas.
He querido verte en una herida cerrada.
He querido bajarte el cielo y que tú me bajaras las bragas.
He sonreído con tu nombre de fondo, de lado, encima y debajo.
Me he tatuado tu acento en la clavícula izquierda.
He comprado un billete de ida, y dos de vuelta.
He vaciado un vaso por olvidarte, he llenado tres por recordarte.
He soñado contigo sin mi, conmigo contigo y conmigo sin ti.
He soñado con contarte historias, lunares y orgasmos,
perder la cuenta de los últimos y volver a empezar.
He soñado sin sueño, con sed, con miedo.
He soñado de las mil maneras que existen.
Y en verano, 'y contigo',
entonces dejaré de soñar, mi sueño al fin dormirá conmigo.

Todos tenemos dentro un super héroe.

Querido 2014:
Este año no he pedido nada a los Reyes porque necesito pedirte algo a ti, a tus 365 días. 
Se trata del mundo, de este planeta, cada vez está peor y parece que nosotros que habitamos en él no queremos darnos cuenta, los polos cada vez lloran más y las consecuencias prefiero no decirlas porque entonces llorarías tú y te necesito bien atento para lo que tengo que decirte.
Necesito que me eches una mano, la gente buena paga los errores de los que no lo son y vivimos gobernados por políticos que deberían plantearse el tipo de personas que son, cuando roban semejante cantidad de dinero a los quienes no tenemos nada. 
Casi no hay trabajo. Y mi país, en concreto, está siendo víctima de la mayor inmigración de jóvenes cualificados por no sentirse valorados en su propia tierra.
Te escribo esto sabiendo que dentro de poco, yo también tendré que dejar mi hogar y acabar en un lugar completamente desconocido, pero por mi no te preocupes, yo estoy bien, pero no muchas de las personas que me rodean.
He visto con mis propios ojos como desahuciaban a un amigo y su familia de su propia casa mientras en televisión la alcaldesa de Madrid se iba a la peluquería con tres coches oficiales, cuatro guardaespaldas y dos ayudantes, y se que no es un caso aislado.
Hay millones de personas que no han tenido ni un solo regalo estas navidades porque ni si quiera tenían para comer, y yo no sé qué puedo hacer. 
Necesito que me ayudes tú, por favor. 
Por favor, haz que las personas dejen de lado el egoísmo propio del ser humano y diles que una sonrisa es de las pocas cosas que no cuestan dinero en este mundo.
A veces, una simple mueca de un desconocido por la calle es capaz de salvarle el día entero a quién la recibe. Y ya no veo ese tipo de cosas cuando paseo por la Gran Vía. La gente está perdiendo la esperanza y eso es lo peor que podía pasar.
Ojalá fuésemos todos víctimas de esa cadena de favores en donde una persona ayuda a tres, y esas tres a nueve y así sucesivamente. Aunque sólo fuera ayudando a un invidente a moverse por el metro. El otro día le regalé unos guantes a un señor que dormía en la calle y el 'gracias' que me devolvió con la mirada, me llenó el corazón para lo que me queda de vida.
Ya sé que te estoy pidiendo mucho, que acabas de nacer y a penas te has hecho con el calendario, pero intenta concienciar a las personas.
Dales un abrazo enorme, de esos calentitos, a los que no tienen cómo calentarse éste invierno.
Todos tenemos dentro un súper héroe.
Lo sé porque he visto a una niña saltar en un charco, y su padre en lugar de castigarla, saltó a su lado.
Necesitamos más personas buenas en el mundo, espero que puedas hacer algo.
Atentamente: Alguien con un poquito de esperanza.

Vértigo.

¿Sabéis lo que es pintar una sonrisa? No hablo de lienzos, ni pinceles, ni témperas.
Hablo de llorar cada noche. De sentirte sola. De saber que nunca vas a poder volver a sentir por ningún tío lo que en su día sentiste por él. De saber que amigos de verdad hay pocos y de los pocos que quieres de verdad, te fallan y se van. Y quieres pensar que pueden volver. Pero en el fondo sabes que no lo harán.

Pintar sonrisas es que a pesar de todo esto le haces sonreír a la gente a la que quieres y tú siempre que sales de casa, te pones la máscara, vistes tus tristezas de blanco y sacas la mejor sonrisa que se ahogó en lágrimas ayer en tu cama. Sacas esa sonrisa que antes te caracterizaba.

Esa sonrisa que sólo conseguías cuando estabas con ellos, con los mismos que te fallaron. Con los que prometieron estar a tu lado y hoy por hoy no están, por los que hace tiempo que tu sonrisa verdadera no se ve. Pero tranquila, algún día volverán esas ganas de sonreír, que es lo que te toca y no habrá que fingir.

Quizás sí y quizás no. Hoy día solo ves el final, solo piensas que ya no llegará nada bueno. Miras al horizonte y ves mucho mundo. Y eso te quita las ganas de vivir. Saber que al otro lado habrá más gente falsa. Más hijos de puta. Más mierdas. Más gente que puede arruinarte la vida. Y aún así sientes que quizás algún día aparezca esa persona que con un simple beso rompa ese escudo que se formó en tu corazón. Ese escudo que poco a poco y día a día fue llegando a proteger todo tu ser.