Hay (c)osas que pasan, simplemente pasan. Sin planearlas, sin pensarlas, sin tener ni la más mínima idea de que esa cosa te puede cambiar la vida, y cuando digo cosa me refiero a persona, y cuando digo persona, me refiero a ti.
Que llegaste sin previo aviso, sin decirme que ibas a insta(l)arte en mi vida y que te quedarías a vivir en ella, es más, que serías una gran parte de ella.
Si lo hubiese sabido, tal vez, me hubiese asustado. Pero a veces, llega alguien, llegas tú, y me enseñas que vale la pena luchar por aquello que vale la pena tener. Y rompes todas las barreras, todos los peros que nos puso el camino, y te quedas.
Te quedas a pesar de todo y ojalá, ojalá no te vayas nunca.
Llegaste en el mejor momento y lo más importante, se que vas a estar en los peores, en todas esas veces que quiera tirar la toalla y cuando ni yo misma encuentre motivo para s(o)nreír.
Tal vez es momento de decirte que te quiero se queda muy corto, demasiado.
No puedo prometerte que te haré feliz, porque no se me da bien. Pero estaré contigo cuando estés triste, cuando tengas ganas de mandar todo a la mierda, cuando el mundo se te quede pequeño y la distancia sea demasiado grande.
Porque cuando quieres, cua(n)do quieres de verdad no hay excusas. No hay obstáculos. No hay barreras. Y si las hay, las saltamos y que le den por culo al mundo.
Ya no se si eres la causa de mis sonrisas o la consecuencia de ellas, pero sea como sea, no se me ocurre mejor casualidad que la nuestra. Y ojalá todo el mundo encontrase en alguien, aquello que yo encontré en ti en su momento. Alguien a quien poder decirle "para siempre" sin miedo, sin dudas. Y es jodido, porque hasta un "para siempre contigo" me parece muy poco tiempo. Cuenta conmigo ahora y, sobre todo, siempre.
Solo lee y sonríe.
Cuenta conmigo.
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