Solo lee y sonríe.

Hablo del amor en general y de ti en particular.

Hay instantes y momentos que marcan toda una vida y esto no lo podemos cambiar. Las cosas empiezan cuando no hay nadie a tu alrededor que te haga pensar que todo puede mejorar. Estás cansada de seguir, necesitas un empujón para continuar y no tienes a nadie a tu alrededor. En ese momento llega una persona, te da la mano y te hace cambiar de opinión rotundamente. Ves como toda su fuerza te la da a ti.
A veces no buscamos a esa persona que te aleje de todo y te haga pensar que las cosas son más fáciles si le tienes a tu lado, simplemente aparecen y si aparecen es por algún motivo. Dicen que en la vida eres realmente feliz con la persona que más quieres, no que más cerca esté. Parece que a veces nos conformamos con tener lo que podemos ver día a día olvidándonos de que podemos tener a quien más queremos a solo unos kilómetros más.
¿Qué importa la distancia que es sólo una cifra y no un obstáculo si lo que realmente debería importar es ser feliz con la persona que más quieres? Los sentimientos mueven montañas y eso es lo que no terminas comprender.
A veces aparecen segundas personas por el simple hecho de que las primeras no nos dan lo que nos merecemos y aunque nos lo den si aparecen segundas personas es porque hay dudas sobre las primeras. Abre los ojos, las cosas no son lo que parecen, la vida es luchar por lo que se quiere y aspirar siempre a más, no conformarse con lo más fácil. Atrévete a enfrentarte al mundo aunque el camino sea difícil. ¿Quién dijo que la vida y el amor fueran fácil? En el fondo, dentro de ti, sabes que si tu quisieras la distancia te daría igual, porque separa personas pero no sentimientos, y mientras haya sentimientos de por medio, la distancia no tiene nada que hacer.
Piensa que siempre compartiremos un mismo cielo, que da igual las veces que nos veamos porque en el poco tiempo que estemos juntos te voy a hacer sentir mucho más que el que está a tu lado todos los días. Sé realista y pide lo imposible. Déjate hacer feliz y déjame demostrarte que a veces el camino fácil no es la solución y que no se puede ser feliz conformándose con lo que tienes.

[No hay más distancia que la que tú quieras creer que hay. Y voy a hacer que en este tiempo te olvides de todos los kilómetros que nos separan, te lo prometo. Haré que sientas mis caricias aunque no esté contigo. Haré que saborees mis labios, que muerdas mi cuello, que me mires sonreírte. No serán kilómetros,
te lo prometo. Serán centímetros. Te haré sentir de una manera que al cerrar los ojos sentirás que estoy ahí suspirándote al oído,haciéndote cosquillas en la espalda, besándote los labios. Te prometo que será como si los dos estuviésemos ahí, el uno al lado del otro. Te prometo que miraremos juntos las mismas estrellas porque estaremos bajo el mismo cielo. Te prometo que no habrá lágrimas de tristeza, si no de alegría por el tiempo que pasa y el reencuentro que se acerca. Te prometo que los días pasarán rápido, que me sentirás cerca.
Que no me echarás de menos porque nunca me habré ido. Te prometo que merecerá la pena el tiempo separados. Te prometo que haremos que la distancia sea solo un número. Porque no deja de ser eso, un número que separa cuerpos, no corazones.][Compartíamos sueños, compartíamos corazón, compartíamos el mismo cielo y la misma luna. Y ya sólo nos faltaba compartir la misma cama, bajo esa luna y ese cielo mirándonos de noche...] [Dame el tiempo que no te haga falta y prometo invertirlo en caricias en tu espalda.]
Hablo del amor en general y de ti en particular.